Cuando Tu Aspecto Te Delata: La Teoría de las Signaturas

Hoy me gustaría hablar de una teoría (bastante acertada) que, a mí, personalmente, me encanta: la teoría del signo o teoría de las signaturas.

Para hablar de ella veamos primero el término “universal cultural”. Un universal cultural son ciertas ideas o conceptos que se repiten una y otra vez en religiones y filosofías que son distantes, ya sea en el espacio como en el tiempo, entre sí. Un universal cultural es, por ejemplo, la idea de la trinidad, que podemos ver en el cristianismo como el padre, el hijo y es espíritu santo; en el hinduismo, con Brahma, Vishnu y Shiva; etc. Y otro de ellos es esta teoría.

Esta teoría se basa en la intuición y la podemos encontrar en la cultura mediterránea, así como en Irán, en Egipto o con los nativos americanos. Podemos resumirla en las palabras de Paracelso, famoso alquimista al que se le atribuye el impulso de esta teoría en el Renacimiento europeo: “todo vegetal está señalado por la naturaleza; y para lo que él nos significa, para eso es bueno”.

Las nueces tienen forma de cerebro y contienen propiedades beneficiosas para los procesos cerebrales

Nos viene a decir dice que las plantas, y todo lo que está en la naturaleza que es susceptible de ser usado como medicina, tienen una señal o un signo que nos indica para qué las podemos utilizar. Según esta teoría, la forma, el color, el lugar donde crece e, incluso, el olor, el gusto o el tacto, nos está ayudando a saber cuáles son sus propiedades. Un ejemplo claro es la nuez, que tiene un gran parecido con un cerebro y que resulta tener omega 3 que ayuda al rendimiento cerebral

Para entender cómo funciona la teoría de las señales debemos ver sus 4 grandes pilares:

  • La forma de la planta o alguna de sus partes: Según esta teoría debemos de buscar la similitud de una parte de una planta con algún órgano o parte del cuerpo humano. Por ejemplo, la cola de caballo, que está hecha como a “trocitos”, se asemeja a la columna vertebral (es importante que reconectemos con nuestra intuición ancestral) y se usaría, y se usó durante mucho tiempo, para tratar patologías derivadas de ésta. Otro ejemplo sería el hipérico, que tiene en sus hojas muchísimos puntitos, se utilizaría para curar heridas (por semejanza); o los dátiles, que al partirlos al través tienen forma de corazón y se usaría para ello . También podemos fijarnos en que hay algunas plantas y algas (ej. Malvavisco, aloe, chía) hacen una especie de “moco” y por ello ayudarían a expectorar.

Las hojas grandes nos indican propiedades para el sistema respiratorio (ya que las hojas es por donde “respiran” las plantas) y para la piel.

  • El color: Tenemos que fijarnos que, por ejemplo, algunas personas que tienen problemas hepáticos tienen una piel tintada de color amarillento; esto nos lleva a que:
    • El color amarillo se relaciona con las enfermedades hepáticas (por ello, el diente de león ayudaría en estas patologías).
    • El color rojo se asocia a la sangre y al corazón.
    • El color azul o violeta se asocia a la detoxificación y a la purificación.
    • El color azul sería antiespasmódico.
    • El blanco, para los huesos.
La flor de Edelweiss, de color blanco, ayuda a aumentar la producción de leche

Un ejemplo de esto sería como en Suiza se utilizó la Edelweiss o flor de las nieves, de un precioso color blanco, para aumentar la producción de leche en mujeres y en vacas.

  • Hábitat: si las plantas crecen cerca de riachuelos o zonas húmedas están indicadas para problemas asociadas a exceso de humedad, como los resfriados o el reuma (ejemplo, la menta, el saúco, etc.).  Si crecen cerca de aguas rápidas indican propiedades diuréticas (como la cola de caballo).  En cambio, si crecen en lugares arenosos ayudarían a eliminar piedras o acumulaciones del sistema respiratorio o digestivo.
  • Textura: si la planta es pegajosa, ayuda a eliminar moco. Si es suave, tienen poder emoliente. Si tienen “pelitos”, son buenas para intestinos y pulmones (que tienen las mucosas recubiertas de vello). Un ejemplo es la Pulmonaria officinalis, con hojas grandes llenas de pelitos.
La hoja de pulmonaria, de tamaño grande y con pelitos, es buena para pulmones e intestinos
Hoja de Pulmonaria

Y aunque nos parezca fantasía todo esto, si nos vamos a lo que dice la ciencia, resulta que muchas de las plantas que se dijeron que servían para una enfermedad en concreto dentro de esta teoría, resulta que hoy en día se usan exactamente para eso mismo.

Otras veces se acerca bastante, aunque también es cierto que muchas veces no se acertó, pero aún así sigue siendo interesante, además muchos de los nombres de plantas medicinales vienen de ella (ej. Pulmonaria officinalis).

Claro está que nunca se debe de usar una planta por cuenta propia sin consultar con un/una profesional, pero es bastante entretenido hacer nuestra propias “teorías” y compararlas luego y ver si hemos acertado.

Es una bonita teoría que nos habla de conexión, ya sea con nosotrxs mismxs como con la naturaleza y quería compartirla con vosotrxs.

Si quieres sabes más sobre dicha teoría te recomiendo la introducción del gran libro:

“Plantas medicinales. Dioscórides renovado” de Pio Font Quer; o el “Signatura rerum. Sobre el método” de Agamben.


Las plantas citadas en este artículo son meros ejemplos, no usarlas como tratamiento ni como diagnóstico ninguno.

Jessica Dos Santos Rivas

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